Finaliza un excelente año, en todo sentido. El saber que nuestra escuela crece mas en calidad humana que en cantidad de alumnado es algo invaluable.

Durante el año, se realizó por segunda vez en forma ininterrumpida nuestro MIZU NO KOKORO, apoyando en esta vez a Los Cabos Second Chance, entidad que rescata, da albergue temporal y busca hogar permanente a amigos peludos en estado de maltrato y/o abandono.

Se sigue intentando crear el grupo de mujeres, pero tal vez no es el momento aun. Pero no se quita el dedo del renglón, tanto así, que al fin tenemos una kunoichi con grado en nuestras filas.

Nuestra compañera tras bambalinas por mucho tiempo, y no por falta de ganas, Valeria Robles, se animó, se puso su shinobi gi, y ya entrena regularmente con nosotros, siendo desde hace poco, la primera mujer en el municipio de los Cabos en poder decir que tiene un grado en el arte del budo taijutsu. Como dice ella.. gran responsabilidad. Como digo yo, solo alguien como ella podía llevarlo.

Cerramos este año con dos grupos regulares, de niños de 8 a 12 años, y el de jóvenes y adultos de 12 a 99 años. Ya todos (o en su bran mayoría) con un grado o kyu en budo taijutsu, entrenando con fuerza y sabiduría. Sabiendo que se están formando en un arte de guerra, de guerreros, de vida.

En lo personal, lo cierro asistiendo a un shidoshi kai o reunión de instructores, organizado por Shihan Armando Cantú, donde desde antes de estar en el tatami, se me dieron las mejores lecciones de que es ser un instructor verdadero, no solo un entrenador de técnicas. Llegando, entender que Bujinkan es familia, y que siempre será así, y que se entrenará con hermanos, jamás con adversarios. Esos estarán fuera del tatami, fuera de Bujinkan.

Los vientos marciales nos llevaran este 2016 por terrenos mas fértiles, pondrán mas semillas en nuestro camino y podremos llevar el budo taijutsu de soke Hatsumi a mas guerreros.