Hace 5 años decidí enseñar lo poco que conocía de budo taijutsu a niños de muy escasos recursos en un parque, y ahora, que tengo dos grupos de niños y adultos, y periódicamente se dan cursos de defensa personal femenina, los vientos marciales me llevan a poder dar estas clases en un local propio y definitivo.
Gradual, siempre con el aliento y apoyo de gente que entiende y vive mi amor por el budo taijutsu, se fue haciendo realidad un área adecuada para seguir aprendiendo y enseñando. Varios proyectos, dibujos, correcciones, ajustes.. todo pensando en dar lo mejor de mi en un lugar que me permitiera hacerlo.

y así empezamos… acá será nuestro dojo!
Llegó el momento de decidir, de iniciar, y de como me dijera mi shihan Armando Cantú: «Guarda lo de Bujinkan para Bujinkan». Así que a empezar.
Piso, estructuras, sueños, todo fue creciendo lentamente,Hasta que empezamos a poner las paredes. Cada martillazo era ir viendo a mis alumnos caminando, entrenando en su nuevo dojo, verme enseñándoles cada día cosas nuevas.

Y empezamos con las paredes…
Domingos de convivencia que daban como resultado una pared nueva, estructuras mejor fijadas, consejos de amigos (consejos reales, físicos, mano de obra..) fueron haciendo cada día mas real este proyecto.
Falta mucho aún, pero iniciamos el dia 1° de Mayo a dar clases en este local. Creceremos juntos, como personas, como institución, como guerreros.
Nunca antes ni despues, todo en su tiempo.
Felicidades !!