Pasada la cuarentena del COVID, regresamos a entrenar, siempre con las medidas necesarias para cuidarnos todos y cada uno de nosotros.

En esta nueva normalidad, se tuvo que reducir el aforo en los grupos (de niños y de jóvenes/adultos), aunque por diversos motivos, ya se habían reducido en número, más no en ganas de aprender del Budo de nuestro Soke Masaaki Hatsumi.

El grupo de niños se tuvo que pasar a un grupo de solo sábados, con muy buenos resultados. El de adultos sigue en iguales días y horarios, y aumenta día a día en su ánimo de crecer como verdaderos budokas.

El día de hoy se evaluó después de mucho tiempo, para avanzar en sus respectivos grados, con excelentes resultados. Fernanda, que inicialmente ingresara al grupo de niños, pasó como experimento al grupo de adultos, con muy buenos resultados. Myriam, excelente alumna e instructora, merecía este cambio de grado, sobre todo para que sepa lo capaz que es. Y Carlos, siempre con la mejor actitud marcial, gran entrega y mejor alumno, fue un gran gusto otorgarle su merecido grado.

A todos ustedes, mil gracias y que el gran viento marcial siempre llene sus velas y los lleve a mejores lugares en toda oportunidad.